lunes, marzo 31, 2008

De Mercadillo (Ávila) a El Porvenir




Vaya título el de esta entrada. Tiene su explicación, como no podía ser de otra manera, en el barrio hay una familia procedente de esa aldea de Ávila, perteneciente al municipio de Narrillos del Álamo, la familia Martín. Si hace falta algún dato más me estoy refiriendo a los descendientes de Vicente y Benjamín, que actualmente regentan la fantástica tienda de ultramarinos de la calle Santa Rosa y el bar (antes fue supermercado) de la calle Cruz, con un bacalao con tomate que resucita a un muerto.

Aunque sus orígenes estén allí, las raíces las tienen muy profundas y desde hace muchos años en nuestro barrio. Béticos de los buenos y muy vínculados a la Hermandad. Sea esta entrada un reconocimiento a sus muchos años en El Porvenir.

martes, marzo 25, 2008

Será el 5 de Abril

El año que viene, si Dios quiere, el 5 de abril, San Vicente Ferrer en el calendario, será Domingo de Ramos... (en la foto están mis hijos con unos amigos, el año que viene espero que esté también la más chica, que es la que falta)
Ahora, cuando los días ya delimitan una distancia con la última Semana Santa, los recuerdos comienzan a diluirse en la memoria que irá amalgamando el tiempo. En ese momento es cuando los recuerdos pasan a conformar la verdadera nostalgia, la imagen intemporal de un Cristo o una Virgen, de un paso en una calle, de una Cruz de Guía que se acerca o de un manto que se aleja. Ya dará igual el tiempo, lirios o claveles, claveles o rosas, bordados o terciopelos lisos. Esa nostalgia no reparará en detalles, sólo en emociones. Mi Domingo de Ramos son emociones, mi Semana Santa son emociones. Nuestra cofradía y nuestra Semana Santa serán emociones. La nostalgia se compone de la emoción de los recuerdos, no cabe la frialdad, no cabe la técnica.
La voz de un niño que, ajeno al calendario, pregunta impaciente -¿cuánto falta para el Domingo de Ramos?- será la misma voz que insistentemente venga a nuestra mente de vez en cuando para recordarnos la inmensidad de los sentimientos que el tiempo nos ha regalado. Con melancolía y con tristeza, eso dice el diccionario; pero con la inmensa dicha de la certeza que nos da saber que con el pasar de los días vendrá esa Semana que conforma y le da sentido a una vida entera, y volveremos a agarrar con todas nuestras fuerzas esa nostalgia de las emociones. La Semana Santa de la nostalgia trasciende la definición académica, porque no es un dicha pérdida, es una dicha reencontrada.

sábado, marzo 22, 2008

¡RESUCITÓ!. FELIZ PASCUA

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Imágenes de la Semana Santa de 2007, Nuestro Padre Jesús de la Victoria por la calle Brasil a los sones de la marcha "Resucitó".

Esta noche es la noche más hermosa
¡Cristo ha resucitado!
el amor es más fuerte que la muerte.
A todos, Feliz Pascua de Resurección

viernes, marzo 14, 2008

Mañana


Mañana me levantaré temprano e inquieto. Mañana me faltará tiempo cuando plante los pies en el suelo para buscar una ventana a la que asomarme esperando un cielo azul. Mañana los nervios recorrerán mi casa con cara de niños impacientes. Mañana las horas comenzarán a correr raudas y no habrá tregua a la nostalgia. Mañana tendré un desayuno imposible porque la cercanía de lo inmediato se habrá hecho fuerte en mi estómago. Mañana las túnicas colgadas y los antifaces ya armados con el cartón no tendrán más espera para reflejar la luz del mediodía. Mañana vestiré ilusionado esa túnica blanca y saldré con mis hijos buscando el camino más corto.
Mañana una cruz alzada se recortará en el aire de la calle Río de la Plata ante una ovación ilusionada. Mañana clarines y timbales irán anunciando la primera cruz de guía en la calle camino del Parque. Mañana hileras de nazarenos blancos saldrán desde El Porvenir a la conquista de la ciudad que estrena Semana Santa. Mañana Victoria de Cristo que me acompañas siempre te mostrarás a Sevilla desde la penumbra del templo. Mañana todo serán emociones. Mañana a un nazareno de la Paz se le quebrará el alma en una cama del Virgen Macarena cuando presienta que los primero rayos del sol iluminan tu rostro, su corazón, que tantos sustos nos ha dado, latirá desconsolado por no poder acompañarte. Mañana mis ojos serán los suyos y mis lágrimas serán sus lágrimas cuando tu silueta se dibuje en el contraluz del medio punto.
Mañana dos altas torres darán escolta en su despedida a la cofradía del barrio. Mañana la luz de la primavera se filtrará a través de la malla de plata para reflejarse en el blanco manto de la Virgen de la Paz. Mañana varales de plata a merced de costaleros se mecerán a los compases de la marcha que soñara Pedro Morales. Mañana la Paz inundará poco a poco Sevilla.
Mañana un arco de piedra se abrirá en El Arenal a nuestro paso. Mañana San Fernando en el caballo se alzará sobre los estribos para ver venir la primera cofradía cuando asomemos por la calle Barcelona. Mañana Sevilla entera volverá a recordar la belleza del palio que una lejana cofradía de barrio trae desde el otro lado del Parque hasta los pies de la Giralda. Mañana centenarios árboles cobijarán a la Paz de la noche cuando vuelva hasta la Plaza de España. Mañana de vuelta al Porvenir la noche se hará más oscura cuando la cofradía se adentre por las calles Brasil y Progreso. Mañana una saeta llorará al aire la pena de la cruz con que te cargaron. Mañana regresaremos despacio pisando las calles que la mañana nos brindó estrenando la verdadera primavera. Mañana cuando nos demos cuenta todo habrá pasado. Mañana es Domingo de Ramos.

martes, marzo 11, 2008

En fin...



No suelo actualizar el blog más allá de una vez a la semana, pero hay veces.... Desde ayer mis pasos se pierden casi a diario a la voz de una conocida llamada hacia El Porvenir. En estos días "señalaítos" no necesito dar explicaciones en casa, y uno acude a llamada de la nostalgia, del corazón, de lo que da sentido a todo el resto del año. A veces uno puede estar lejos de ese eje de todo, pero siempre está cerca.
Ayer las imagenes estaban ya en los pasos, me habían comentado la impresión que causaba mi Cristo con la túnica bordada en el paso, no se veía así desde los años cuarenta,... y allí estaba. NO hace falta que explique más. ¿Y Ellla? en fin. En los buenos y malos momentos cada uno deja volar sus pensamientos hacia algún sitio. Los míos siempre van hasta Ellos.

lunes, marzo 10, 2008

Falta una semana


Cuando el diputado me nombre para formar en la cofradía, los nazarenos que me acompañen serán los habituales de cada año, a los que apenas si veo sólo ese día, pero cuyos rostros son familiares y nos hablamos como si no hubiera pasado el tiempo desde la última Semana Santa, ellos conforman el tramo real. Mi tramo imposible no se llegará a unir nunca, sus miembros nos veremos en la parroquia de San Sebastián la noche anterior a salir la cofradía o nos buscaremos en ella sabedores de cual es nuestro sitio sin tener que mirar ninguna lista. Aunque el Domingo de Ramos cada uno esté en un lugar diferente, nos sentiremos nazarenos de un mismo tramo en el que crecimos a través de los años unidos por los lazos invisibles de la devoción y la amistad.

miércoles, marzo 05, 2008

Descontando días

Cartel "Domingo de Ramos en El Porvenir 2008" fotografía del paso con su imagen antigua, con faroles

El peso del tiempo es un recuerdo continuo, un visionado de lo que fue o de lo que creemos que fue, puesto que los almanaques interiorizan lo vivido con el aura de la nostalgia. Los recuerdos de estos días nos llevan a las esperas en las colas de la hermandad esperando el número que nos permitiera pasar ante la mesa de esos señores graves que tenían la potestad de poner en nuestra mano el ansiado papel que nos diera sitio entre las filas de nazarenos. Recuerdos de túnicas saltonas y dobladillos inasequibles a los estirones. La lectura del retruécano del “hermano autorizado a acompañar a nuestras Sagradas Imágenes portando un cirio en el paso de... para ello deberá encontrarse en el templo una hora antes de las salida” será un bucle interminable con el que pretenderemos leer algo más de lo que allí pone. El número en la nómina de hermanos, que nos ubicará en la cofradía, irá pasando de una creciente ilusión por ver caer los dígitos año tras año al sentimiento contradictorio que pone rostro a aquellos que nos fueron dando paso. ¿Duele o no duele la memoria?