Los polveros son especies en peligro de extinción. Comercios más glamurosos en los polígonos industriales han ido sacando de los barrios estos viejos almacenes con palets de ladrillos, sacos cemento y cal (viva y apagada), baldosas variopintas y demás materiales para la construcción.
En El Porvenir, el polvero estaba en un callejón al inicio de la calle Gaspar Alonso, frente a la SEAT y junto a las antiguas naves de talleres. A través de aquel tunelillo, que hoy da entrada ungaraje, se accedía al almacén que acumulaba los suministros básicos para las obras.
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