lunes, julio 23, 2007

Fervores y hasta septiembre

c/ Exposición, al caer la tarde

Las calles vacías sobre las que cae el sol, clavando a plomo el verano sobre los adoquines del suelo y las fábricas y cales de las paredes, se muestran más solitarias que de costumbre. Uno de los precursores de este mundillo en clave sevillana, Paco Robles, me recomendó echarle un vistazo al texto Fervor de Buenos Aires, de Borges, para que comprobara las analogías con mi barrio. El argentino describe las calles de su "Buenos Aires querido" con descripciones que, en muchos casos, podrían emplearse del mismo modo para hablar de El Porvenir. Os dejo una pequeña muestra.
Buen verano a todos y en septiembre nos encontraremos de nuevo, si Dios quiere.


LAS CALLES
Las calles de Buenos Aires (de El Porvenir) ya son mi entraña. No las ávidas calles, incómodas de turba y ajetreo, sino las calles desganadas del barrio, casi invisibles de habituales, enternecidas de penumbra y de ocaso y aquellas más afuera ajenas de árboles piadosos donde austeras casitas apenas se aventuran, abrumadas por inmortales distancias, a perderse en la honda visiónde cielo y llanura. Son para el solitario una promesa porque millares de almas singulares las pueblan, únicas ante Dios y en el tiempo y sin duda preciosas. Hacia el Oeste, el Norte y el Sur se han desplegado -y son también la patria- las calles; ojalá en los versos que trazo estén esas banderas.


BARRIO RECONQUISTADO
Nadie vio la hermosura de las calles hasta que pavoroso en clamor se derrumbó el cielo verdoso en abatimiento de agua y de sombra. El temporal fue unánime y aborrecible a las miradas fue el mundo, pero cuando un arco bendijo con los colores del perdón la tarde, y un olor a tierra mojada alentó los jardines, nos echamos a caminar por las calles como por una recuperada heredad, y en los cristales hubo generosidades de sol y en las hojas lucientes dijo su trémula inmortalidad el estío.


ARRABAL
A Guillermo de Torre
El arrabal es el reflejo de nuestro tedio. Mis pasos claudicaron cuando iban a pisar el horizontey quedé entre las casas, cuadriculadas en manzanas diferentes e iguales como si fueran todas ellas monótonos recuerdos repetidos de una sola manzana. El pastito precario, desesperadamente esperanzado, salpicaba las piedras de la calle y divisé en la hondura los naipes de colores del poniente y sentí Buenos Aires. Esta ciudad que yo creí mi pasado es mi porvenir, mi presente; los años que he vivido en Europa son ilusorios, yo estaba siempre (y estaré) en Buenos Aires.

miércoles, julio 18, 2007

Pablo Ruiz


Pablo Ruiz, defensa formado en la cantera del Sevilla y que, según me habeis comentado algunos amigos, es de El Porvenir, cosa que yo desconozco, pero para que no dudeis de mi equidad en el blog aquí está el testimonio. Alguno incluso me ha contado que "Narrativa" Araujo se refería ocasionalmente a él como "El Niño de El Porvenir". Me gustaría que me lo pudieséis confirmar con certeza ya que estoy recabando datos de otros futbolistas nacidos o vinculados al barrio.
Pablo Ruiz, actualemente en el Murcia, llegó a jugar un partido de UEFA contra el Bolton con el Sevilla

lunes, julio 09, 2007

Carmelo

¿Os acordais de Carmelo?. A secas, no hacían falta apellidos. A medio camino entre sacristán y personaje de Berlanga con cuatro pelos a medio afeitar, era un tipo apreciado por todos, hasta cuando se pillaba los sofocones tan tremendos que de vez en cuando le facturaba ese úlitmo hervor que no se remató en su cabeza.
Durante años y años llevó el guión sacramental de La Paz el Domingo de Ramos y en la procesión de impedidos, hasta que un año por no aguantarlo más le dieron un cirio y el antifaz acabó de mala manera. Entoces sacaba una vara, por supuesto en el guión sacramental, y todo El Porvenir lo saludaba por su nombre al pasar junto a él, a lo que incrédulo preguntaba ¿cómo me has conocido?. Hasta con la cara tapada era inconfundible, con esos andares no cabía la duda.
Se arrimaba con habilidad a los conocidos en las barras de los bares y tascas del barrio esperando una mirada complice al camarero para castigarse una cerveza, así hasta que se iba con sus "andares de mecedora vieja", como lo definió en un artículo en ABC un querido vecino. Se marchaba hasta Nervión donde vivía con una hermana; pero vivir, lo que se dice vivir, vivía en El Porvenir.
Con Don Antonio, el cura, y Paco Lobo, el sacristán, formaba un trio permanente por las calles del barrio. Ya no están ni Don Antonio, ni Paco, y Carmelo se marchó para no volver nunca más por sus calles, alguna vez lo he visto, hace ya tiempo, y me alegré de ver que andaba bien. No sé como estará ahora.
En la pared de uno de los bares nos dejó, antes de marcharse, un poema tan destartalado como él, a modo de herencia, recordando que la primera vez que no salió de nazareno.
Era indefinible. ¿Os acordáis de Carmelo?

martes, julio 03, 2007

El mercado de El Porvenir



El mercado del barrio no es uno de los grandes mercados de abastos de Sevilla, ni mucho menos. Siete puestos muy apañados y un barecito en la calle San Salvador no dan para mucho más. Dos fruterias, muy especial la de mi amigo Juan Cabello y su hijo, bormujeros, como Dios manda tratándose de fruteros, y béticos y rocieros hasta la médula. Dos pescaderos, ahí me quedo con Manolo Reina, de Bollullos del Condado, que en llegando el Rocío echa la persiana y que lo busquen más allá de Almonte. La magnífica recova de Ángelita, la carnicería y los preparados de Carlos y su mujer, y ahí quedó, que no hay más. En fin un avío de plaza, a la medida del barrio.
La puerta está presidida por espectacular azulejo de la Virgen del Prado del que ya hemos hablado en algun comentario.