lunes, julio 27, 2009

Reflexiones sobre El Porvenir. Y hasta septiembre


Hace algún tiempo vengo rondando la idea de escribir mis impresiones sobre el desarrollo histórico, poblacional y urbanistico de El Porvenir. SIn estridencias, este es el resultado de mis reflexiones. En la foto estan algunos de los protagonistas... (la foto me la cedió Felipe Retuerta y esta tomada en el antiguo salón parroquial de San Sebastián)


Antecedentes


El barrio de El Porvenir surge como tal a partir de la gestación del proyecto de una Exposición Iberoamericana en los años veinte. De las casas conservadas en la actualidad las más antiguas, datan de la primera década del siglo XX, construidas en el entorno de huertas que rodeaba la ermita de San Sebastián.

El primer desarrollo urbanistico se configura junto con la propia Exposición, entre los años veinte y los años treinta se crea un barrio, propiamente dicho, que se extiende desde la ermita y terrenos colindantes hasta la actual avenida de Felipe II, con la extensión que suponía la fábrica de gas de “La Catalana”, que a su vez suponía una barrera física para el crecimiento. El perímetro del barrio quedaba completamente definido y limitado por el este con la línea del tren de Cádiz y por el oeste el Parque de María Luisa. En definitiva El Porvenir surge como un “barrio aislado”. El concepto de barrio aislado se remarcaría más adelante con la exclusión de los terrenos de la actual Huerta de la Salud con espacio complementario de la feria del Prado, en el que se instalaría la calle del Infierno.

El Porvenir se configura como un barrio de aluvión, al que llegan a vivir sevillanos de otros barrios. En unos casos, los que definen su apariencia sociológica, familias pudientes que construyen hotelitos con zonas ajardinadas y que dan la imagen pretendida de barrio del futuro, de ahí el nombre de “El Porvenir”. Pero también conviven numerosas familias humildes de clase trabajadora, vinculadas a las fábricas y talleres cercanos y otros que van apareciendo en la zona: fábrica de gas, RENFE, Pirotecnia, Corominas, Flex, Maderas de Alonso Cueli, etcétera o posteriormente los talleres ABC o Tussam. Estas familias se concentran en las viviendas del Patronato y las viviendas municipales, en la zona de Diego de la Barrera.

En este mismo sentido surgen edificios de viviendas al estilo de los clásicos corrales de vecinos, de los cuales aún permanecen, aunque notablemente modificados, el antiguo cuartel de la guardia civil en Felipe II, calle Colombia o la esquina de Gaspar Alonso con Porvenir.

La primera expansión

Una vez estabilizado el barrio, la primera expansión urbanística surge en los años sesenta con el desarrollo de la Avenida de Felipe II y supone un crecimiento importante de habitantes, lo que lleva aparejada la aparición de los centros escolares más relevantes, que llegan allí procedentes del centro. Esta generación de sevillanos que llega, no se acaba de sentir identificada con el barrio, sintiéndose arraigada en sus barrios de procedencia, sin embargo, son los hijos de esta generación (entre los que me encuentro) los que sí se vinculan a El Porvenir y generan un grupo de población más importante frente al conjunto de la ciudad, debido a una cuestión puramente cuantitativa, hasta entonces los vecinos eran muy pocos, ahora son muchos más. Aunque el barrio sigue siendo algo lejano y extraño a muchos sevillanos para los que la única representación formal de El Porvenir es el Domingo de Ramos. Un ejemplo de esta situación, aparentemente menor pero que refleja esta circunstancia, se da en la nómina de hermanos de La Paz, que en este grupo de edad (hermanos de los años 70-80) son mayormente hermanos de su hermandad familiar, con la que llegan al barrio, y de La Paz en la que se inscriben una vez asentados en él.

Ahora bien, el barrio sigue con ese “aislamiento”. La fábrica de gas sigue funcionando, la vía de tren aún no se ha soterrado y el traslado de la feria en 1973 no supone una urbanización inmediata de los terrenos, que quedarán baldíos durante unos años. Por otra parte el desarrollo hacia el sur es también significativo con zonas parcialmente sentidas como extensión del barrio, es el caso de La Estrella y alrededores, hasta la ciudad sanitaria, en los que conviven viviendas con talleres industriales procedentes de la época de la exposición, de los que algunos aún existen.

La segunda expansión

La construcción de los bloques de pisos de la Huerta de la Salud en los años ochenta da lugar a una nueva expansión poblacional que se siente afectivamente ligada a El Porvenir. Este crecimiento vuelve a abrir el barrio a la ciudad, en la medida en que llegan personas de fuera, pero los terrenos de la RENFE y el Puente de la Enramadilla siguen conformando una frontera física evidente. Asimismo se produce una intensa transformación del entorno de la calle Colombia, Juan Pablos, etcétera, donde las casas de vecinos dan paso a edificaciones más modernas.

Las fronteras se rompen. Tercera expansión

El crecimiento y modificación de la ciudad derivado de las obras de la Exposición de 1992 y años posteriores rompen definitivamente el cerco de El Porvenir. El soterramiento de la vía del tren, la desaparición del Puente de la Enramadilla y liberación de los terrenos colindantes hacen que el barrio se conecte a la trama de la ciudad, sin que haya que entrar y salir de él. Ahora ya los sevillanos transitan y se pueden comunicar a través de estas calles, que hasta ahora, casi no llevaban ni traían a ningún sitio, sólo al mismo barrio.

La demolición de la fábrica de gas y posterior construcción de viviendas en los años 90 suponen la tercera expansión demográfica. En este caso se da una circunstancia peculiar y es que los protagonistas son, mayoritariamente, hijos de la primera y segunda expansión que, por sentirse completamente ligados afectivamente al territorio se quedan a vivir en él. En menor medida, este fenómeno se da también en la conexión del barrio hacia San Bernardo, Nervión y La Calzada, manteniéndose así la cercanía a los orígenes.

La última expansión

Este último crecimiento, aún en curso, se plasma con la puesta en valor de los terrenos militares de la Pirotecnia y conectan El Porvenir con el barrio del Tiro de Línea. La construcción de viviendas en el eje de Ramón Carande y el inminente desarrollo del solar de Tussam están suponiendo un nuevo crecimiento directamente ligado al barrio. En este futuro, ya casi presente, aparece una nueva circunstancia, hasta ahora inexistente y es la proximidad de los centros universitarios, que en un futuro pueden marcar de alguna manera la vida de El Porvenir.

Conclusión

Este recorrido espacio-temporal no son más que reflexiones que con el tiempo he ido madurando al escribir el blog, y que aquí quedan para quién tenga paciencia de leerlas y no digo ya de repensarlas.

lunes, julio 20, 2009

A ver si de verdad pasa algo...

Foto (c/San Salvador)de www.diariodesevilla.com

Reconozco que soy de los que piensa que D.Antonio Burgos tiene días. Como todos. Días brillantes y días penumbrosos, eso siempre a ojos de cada lector. Ello no es óbice para pensar que en el global de su trabajo es un brillantísimo articulista y excepcional observador de la ciudad.

Reproduzco su artículo del pasado viernes a cuenta de la tala d eárboles en la calle Exposición. Lo cual para nosotros no es nada nuevo, ya que de tocones y alcorques cementados hay unos pocos en el barrio.

Escribo en el título de la entrada "A ver si de verdad pasa algo..." porque el ayuntamiento se ha comprometido a la extracción de los tocones y replantación de árboles después del verano. Pues estaremos atentos y ojalá sea así.



Pues como por fortuna continúe así el encefalograma civil nada plano, sino como el Tourmalet, de algunos vecinos y ciertos barrios de esta Muy Difícil, Cobarde y Tragona Ciudad de Sevilla, para empadronamientos sentimentales no vamos a ganar. Cuando el otro día los del barrio de Santa Cruz, tras la oposición de don Julio Ferrand a que quitaran los azulejos de la fachada de su casa, se rebelaron contra el arbitrario, caprichoso y antihistórico cambio de nombre de la Plaza de la Alianza y se plantaron en la Plaza Nueva a dar la cara, me preguntaba dónde había que empadronarse para ser de esa collación, en la feligresía de don Pedro Ybarra. Ahora me pregunto dónde hay que apuntarse para ser vecino de El Porvenir, aunque sea honoríficamente, en solidaridad con los sevillanos que allí se han plantado frente a la tala indiscriminada de los árboles de la calle Exposición, en los que han hecho una saca que, vamos, es como un Paracuellos del Jarama vegetal. Señor, qué furor contra los árboles hay en Sevilla... Da pena ver cómo algunos vecinos, cuando les podan todos los árboles de su calle, como ha ocurrido en Bami, ni chistan, porque quizá en el fondo participan de la general dendrofobia de esta ciudad que tanto presume de Parque de María Luisa y que tantos parques de nueva planta se inventa, mientras deja enfermar y morir su hermosa arboleda callejera y les aplica la eutanasia. Como el Doctor Muerte, pero con motosierra.
—Tenga usted en cuenta que en El Porvenir han talado falsas acacias. ¿No le suena a algo eso de falsas acacias?
—Ahora mismito no caigo...
—Pues, caiga, caiga, que a mí me suena a facturas falsas. Esperemos que para reponer las falsas acacias no usen facturas falsas, que sean todas verdaderas.
No es que yo tenga vocación de Tita Cervera, que se encadenó a los árboles junto a su Museo Thyssen cuando el yerno de Utrera Molina los quiso talar para agrandar las calzadas de circulación por el Paseo del Prado. Pero lo que han hecho los vecinos del Porvenir, dando la cara, protestando, plantándose, en esta ciudad tragona y cobarde, me llena de esperanza. Menos mal que al menos en ciertos barrios hay protesta cívica, a la europea, cuando estos señores intentan hacer lo que quieren por la suprema razón de que les da la gana. Viene la gallarda actitud vecinal del Porvenir tras el plante del Barrio de Santa Cruz. Y no lejos en el tiempo ni en el espacio de los recursos judiciales de los vecinos del Prado de San Sebastián contra el otro arboricidio indiscriminado y absurdo, la tala que perpetraron para que se levantara la Biblioteca de la Universidad a escasos metros de otra biblioteca, la de la Infanta Elena. Y se añade esta protesta a las 11.000 firmas, como las once mil vírgenes de Jardiel Poncela, que han reunido los vecinos de Los Remedios contra el caprichito municipal de cargarse la calle Asunción por el procedimiento de la peatonalización, que es como el procedimiento del tirón, pero sin niñatos en moto, porque también acaban llevándose el bolso, la cartera y los donuts de los comerciantes, a los que arruina tal medida, y a O´Donnell y Muñoz Olivé me remito.
Al menos en Los Remedios, en El Prado, en Santa Cruz y en El Porvenir, contra la tónica general del «aquí me las den todas», del «pues esto es lo que hay», y del No Passsa Nada, Sí Passsa Algo. Pasa, ni más ni menos, que hay unos vecinos no atrapados por la red clientelar de la Federación de Coordinadoras de Trincones de Asociaciones de Vecinos, o como se llame, que como no dependen de las subvenciones ni son las niñas bonitas del régimen, tienen la suprema libertad de alzar la voz y de devolvernos la esperanza en una ciudad en pie contra quienes están destrozándola. Voz a la que, en lo poco que vale, uno hoy la mía. Menos mal que esta vez Sí Passsa Algo.

miércoles, julio 15, 2009

Iglesias, jugador del Betis


La verdad es que sé muy poco de este jugador del Betis de principio de los setenta, vivía en el barrio y recuerdo que su hija estaba en la guardería conmigo, en el jardín de infancia de la señorita Pili en la calle Virgen de la Paz. Ahí queda el recuerdo y si alguien sabe algo más de él, se agradece que nos lo cuente.

miércoles, julio 08, 2009

Recordando personajes: Benito Garrido


Hace algún tiempo Pipe Retuerta me mandaba este recorte de prensa del recordado Antonio Garmendia dedicado a un vecino del barrio, Benito Garrido. El apellido Garrido no es desconocido en El Porvenir precisamente. En el texto refleja los recuerdos de un tiempo pasado y la antología de un personje anónimo para la mayoría. Pinchando la imagen se amplía el texto.

miércoles, julio 01, 2009

70 años no son nada


Hace 70 años, en el mes de julio de 1939, llegaba a El Porvenir precedente del taller del maestro escultor Antonio Illanes la bendita imagen de María Santísima de la Paz. La trajeron en un coche de caballos, -cosas de la época-, y al llegar al barrio la recibieron con una saeta de boca de Manolo Robles que decía...


Virgencita de la Paz
divina te talló el arte.
Eres rosa de un rosal
de un rinconcito del Parque
y orgullo de tu Hermandad.


Setenta años después, ¡qué más da la efemerides! los hermanos de la Paz, le vamos adonar un manto de altar del taller de Elena Caro; el primero bordado que llega a nuestra Hermandad. El próximo día 9 será la bendición de esta pieza y motivo de encuentro en El Porvenir.
La fotografía es de www.pasionensevilla.net
P.D. Felicidades mayúsculas a nuestro vecino y amigo Adolfo Vela, padre de nuestro hermano Nacho, que ha sido reelegido hermano mayor de la Esperanza de Triana.