martes, julio 23, 2013

Una curiosa historia y hasta septiembre


Hace unos días parecía en el periódico El Mundo la historia del soldado alemán Eugenio Lamparter. No sé porque, al comenzar a leer por curiosidad la historia de aquel alemán de ascendencia sevillana pensé que podía estar ligada a nuestro barrio. La presencia del Colegio Alemán en la calle Brasil desde principios del siglo XX hizo que El Porvenir fuera algo así como un centro neurálgico en Sevilla para la población germana.

Al seguir leyendo comprobé que estaba en lo cierto, Eugenio Lamparter Rodríguez de Trujillo, hijo del alemán Eugenio y de la sevillana Trinidad, especialista en reparación de televisores y radios, regente de un taller en la calle Santa Ana, que fue soldado forzoso de Hitler y prisionero de guerra en Estados unidos tras la II Guerra Mundial, había nacido en Sevilla en 1919, tenía tres hermanas: María, Lisette y Trinidad, y se educó en el Colegio Alemán de Sevilla, que entonces estaba en el barrio de El Porvenir. 

La curiosa y triste historia de este sevillano de origen alemán que de pequeño paseó por lasa calles de nuestro barrio camino del colegio está en

Buen verano a todos los que pasen por aquí.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

D. Vicente, director del blog “El Porvenir de Sevilla”, que como eje principal destaca la historia del barrio y la simpatía y devoción a la Hermandad de la Paz, he creído oportuno como sevillana y amante a las tradiciones de nuestra ciudad, entre ellas la Semana Santa, dejar en su distinguido blog lo que en otro me han prohibido.

Sr Flores, se de su tendencia política que al igual que la mía es de derechas, pero de una derecha independiente al igual que la suya, con lo cual me permite escribir, pensar y opinar de todo y con la plena objetividad que da la libre expresión sin estar etiquetada bajo ningún fanatismo ideológico.

Todo esto viene a cuento de una copia de un sevillano (aunque nacido en Madrid) como es D. Bartolomé Clavero.

Después de no ser colgado en el blog “Del toro al infinito” envié el siguiente comentario

Estimado Sr director del blog DEL TORO AL INFINITO, pienso de usted que es todo una persona elegante y muy caballerosa que según el diccionario se le aplica al hombre que se comporta como un caballero, con cortesía, nobleza y amabilidad.

Si a todo eso unimos que su blog se titula “Del toro al infinito”, figúrese todo lo que encierra la palabra “Infinito” muy semejante a “Infinidad” que aplicada a Dios, es eternidad. Por tanto Infinito, quiere decir “Que no tiene ni puede tener fin el término” y Eterno “Que no tiene principio ni fin”.

Dicho esto puede cualquier comentario que guarde las formas más exigentes de educación, aunque el texto no guste demasiado, cortarle el fin o el término al que se quiere llegar. De ser así sobra lo del “al infinito”.

Es curioso como si entra un comentario de un anónimo “Un impresentable como el tal Miguelito el florero.

Sr Lamarca, aunque creo que no lo hará, le envió nuevamente los comentarios por si reconsidera publicarlos.

El catedrático sevillano Bartolomé Clavero expulsa sus demonios familiares en un libro autocrítico titulado 'El árbol y la raíz'. Sostiene que la Justicia española "practica una prevaricación sistemática".

Los herederos de la casta privilegiada del franquismo no suelen ver con buenos ojos todo lo que suene a memoria histórica. Por algo será, aunque hay excepciones, como la del catedrático sevillano de Historia del Derecho Bartolomé Clavero, hijo de un destacado jerarca del franquismo, que acaba de publicar 'El árbol y la raíz. Memoria histórica familiar', un libro profundamente autocrítico donde airea sus demonios familiares sin complejos.

El autor realiza un análisis íntimo e introspectivo sobre su experiencia vital personal como miembro de una familia de la casta privilegiada del franquismo, ya que su padre fue gobernador civil en la postguerra de Tenerife y de Segovia y acabó siendo notario del pueblo sevillano de Cazalla de la Sierra.

Bartolomé Clavero arremete contra el negacionismo y la contramemoria de la casta franquista, contra los profesores fascistas de la Universidad de Sevilla donde se educó, contra los alcaldes corruptos que se enriquecieron, contra los curas golpistas provocadores sin olvidar a algunos pederastas, contra los chaqueteros pseudodemócratas y contra alguno de sus hermanos al que pone como ejemplo de "desmemoria histórica". Y lo dice abiertamente, con nombres y apellidos, en lo que él mismo considera un "descargo de conciencia".

"¿Ha de respetarse, por presunción irrefutable de inocencia, a quienes seguimos patrimonialmente beneficiándonos de aquella sangre y de aquel dolor?". Clavero se hace esa pregunta en el libro y anota una reflexión: "Hablo desde las perspectiva de los descendientes de vencedores, de quienes tenemos contraídas responsabilidades aunque no tengamos personalmente responsabilidad. Las hemos heredado con el patrimonio".

Continuare en otro comentario

Patricia G

Anónimo dijo...

Alineado de manera radical con la recuperación de la memoria histórica, Clavero reconoce que entre la mayor parte de su amplia familia numerosa no ha sentado nada bien la publicación de su libro, especialmente a su hermano Javier- “ejemplo de desmemoria y negacionismo”- pese a que en los años 90 este llegara a ser director general en uno de los Gobiernos de Felipe González. Uno de los privilegios inherentes a la cuna franquista era ser alumno de pago del colegio sevillano de Portacoeli: “Los Jesuitas parecían menos fascistas, pero el ambiente franquista era palpable. Allí vi al primer cura que se presentó voluntario a Queipo para confesar a los condenados después de que otra orden religiosa se retirara al constatar en las confesiones que la gente no entendía por qué los iban a fusilar y vi cómo un cura notoriamente pederasta no era expulsado, sino destinado a trabajar con los alumnos gratuitos”.

Pese a que ningún caso la Ley de Memoria Histórica prevé resarcimiento económico para las víctimas, Bartolomé Clavero, como jurista, tiene claro que es un tema abierto y desarrolla su argumento: “Es una perversión entender que el Estado es responsable de todo, aunque tenga una responsabilidad tremenda por ser sucesor del franquista. Si al Estado actual lo hacemos responsable de todo, resulta que las propias víctimas tienen que pagar las reparaciones que ellas mismas merecen, porque si el Estado paga, lo hace a través de los impuestos de la ciudadanía. Al final serían las víctimas las que se estarían pagando la reparación, si algún día se llegase a reparar todo lo que fue el inmenso latrocinio de la dictadura franquista”. Y añade sin limitarse a la responsabilidad pública: “Alemania es un ejemplo donde empresas privadas que colaboraron con Hitler tuvieron que indemnizar a las víctimas del nazismo”.

La responsabilidad civil del expolio de la dictadura franquista se saldó en la Transición de manera restringida a algunas organizaciones políticas y sindicales históricas. “Se negoció una compensación muy por debajo del valor de los bienes incautados, pero no hubo una devolución por la vía de la justicia. Pero el gran expolio no fue sólo a estas organizaciones, sino también a personas, a familias y a fundaciones privadas”.

"En Alemania las empresas que colaboraron con Hitler tuvieron que indemnizar a las víctimas" Este jurista, que es el único representante español en el Foro de la ONU sobre asuntos indígenas, arremete contra la justicia española por "practicar una prevaricación sistemática" bajo el argumento de la prescripción de los delitos y de que los hijos de quienes recibieron los bienes son ahora titulares de buena fe. "No se pueden esgrimir tales argumentos cuando no ha habido una situación normal de acceso a la justicia para que pudieran reclamar las víctimas sus derechos". En este punto, Bartolomé Clavero retoma su descargo de conciencia con una interpretación generosa y poco común: "Por eso los que hemos heredado patrimonios y nos hemos beneficiado de la posición familiar resultante de la dictadura franquista no debemos estar exentos de esas responsabilidades".


Continuare

Patricia G

Anónimo dijo...

Pese a la lógica de sus argumentos, el profesor Clavero no cree que llegue el día en que los herederos de los beneficiarios franquistas de los bienes injustamente expropiados y confiscados tengan que devolver algún día las casas o las fincas a los herederos de sus legítimos y originarios propietarios. Y pone como ejemplo la actuación de la justicia en defensa del honor y la honorabilidad de "los delatores y de los que prestaron testimonios falsarios que dieron pie a fusilamientos". "La justicia ha dado la razón a sus hijos en la defensa de un derecho indefendible", sostiene este catedrático de Historia del Derecho, al tiempo que critica que "haya condenado a investigadores solventes y haya ordenado la destrucción de obras como una página de Internet con muchos datos, todo ello en defensa de ese llamado honor de quienes fueron como mínimo ladrones y como máximo asesinos".

"Los que nos hemos beneficiado de la dictadura no debemos estar exentos de responsabilidades"

Bartolomé Clavero no pasa por alto en su libro "la estratigrafía peculiar que creó el franquismo" en Sevilla, donde más bien cabría hablar de queipismo dada la fuerte impronta del general también conocido como 'virrey de Andalucía'. La Basílica de la Macarena -donde reposan sus restos-, las cofradías y las iglesias de San Gonzalo -por él- y de Santa Genoveva -por su esposa-, las cofradías de postguerra llamadas de la Paz y la Victoria, o la reciente retirada del nombre de Pilar Bardem a una calle para sustituirla por el de Nuestra Señora de las Mercedes -por la madre del general- hacen de Sevilla una ciudad que no acaba de desprenderse de la memoria del general golpista que traicionó a la República Gonzalo Queipo de Llano. Por si fuera poco, el profesor Clavero añade un dato significativo más: la muy reciente rotulación de una nueva y céntrica calle con el nombre de Jesús de la Victoria. "Este nombre fue un invento de Queipo de Llano para celebrar la victoria fascista, pero también ocurre que estamos en tal momento de desmemoria que no tengo constancia de que la oposición municipal de izquierdas haya puesto el grito en el cielo porque se le ponga una calle a la victoria franquista a estas alturas del año 2013", concluye.

Saludos cordiales y muchas gracias

Patricia G

del porvenir dijo...

No sé muy bien qué tienen que ver estos comentarios con la entrada, pero en todo caso, aquí quedan plasmados.
Lo de las tendencias políticas, es opinable. Me considero dentro de las ideologías clásicas, liberal. Si eso es ser de derechas, lo seré, si no lo es, no lo seré.