lunes, julio 20, 2009

A ver si de verdad pasa algo...

Foto (c/San Salvador)de www.diariodesevilla.com

Reconozco que soy de los que piensa que D.Antonio Burgos tiene días. Como todos. Días brillantes y días penumbrosos, eso siempre a ojos de cada lector. Ello no es óbice para pensar que en el global de su trabajo es un brillantísimo articulista y excepcional observador de la ciudad.

Reproduzco su artículo del pasado viernes a cuenta de la tala d eárboles en la calle Exposición. Lo cual para nosotros no es nada nuevo, ya que de tocones y alcorques cementados hay unos pocos en el barrio.

Escribo en el título de la entrada "A ver si de verdad pasa algo..." porque el ayuntamiento se ha comprometido a la extracción de los tocones y replantación de árboles después del verano. Pues estaremos atentos y ojalá sea así.



Pues como por fortuna continúe así el encefalograma civil nada plano, sino como el Tourmalet, de algunos vecinos y ciertos barrios de esta Muy Difícil, Cobarde y Tragona Ciudad de Sevilla, para empadronamientos sentimentales no vamos a ganar. Cuando el otro día los del barrio de Santa Cruz, tras la oposición de don Julio Ferrand a que quitaran los azulejos de la fachada de su casa, se rebelaron contra el arbitrario, caprichoso y antihistórico cambio de nombre de la Plaza de la Alianza y se plantaron en la Plaza Nueva a dar la cara, me preguntaba dónde había que empadronarse para ser de esa collación, en la feligresía de don Pedro Ybarra. Ahora me pregunto dónde hay que apuntarse para ser vecino de El Porvenir, aunque sea honoríficamente, en solidaridad con los sevillanos que allí se han plantado frente a la tala indiscriminada de los árboles de la calle Exposición, en los que han hecho una saca que, vamos, es como un Paracuellos del Jarama vegetal. Señor, qué furor contra los árboles hay en Sevilla... Da pena ver cómo algunos vecinos, cuando les podan todos los árboles de su calle, como ha ocurrido en Bami, ni chistan, porque quizá en el fondo participan de la general dendrofobia de esta ciudad que tanto presume de Parque de María Luisa y que tantos parques de nueva planta se inventa, mientras deja enfermar y morir su hermosa arboleda callejera y les aplica la eutanasia. Como el Doctor Muerte, pero con motosierra.
—Tenga usted en cuenta que en El Porvenir han talado falsas acacias. ¿No le suena a algo eso de falsas acacias?
—Ahora mismito no caigo...
—Pues, caiga, caiga, que a mí me suena a facturas falsas. Esperemos que para reponer las falsas acacias no usen facturas falsas, que sean todas verdaderas.
No es que yo tenga vocación de Tita Cervera, que se encadenó a los árboles junto a su Museo Thyssen cuando el yerno de Utrera Molina los quiso talar para agrandar las calzadas de circulación por el Paseo del Prado. Pero lo que han hecho los vecinos del Porvenir, dando la cara, protestando, plantándose, en esta ciudad tragona y cobarde, me llena de esperanza. Menos mal que al menos en ciertos barrios hay protesta cívica, a la europea, cuando estos señores intentan hacer lo que quieren por la suprema razón de que les da la gana. Viene la gallarda actitud vecinal del Porvenir tras el plante del Barrio de Santa Cruz. Y no lejos en el tiempo ni en el espacio de los recursos judiciales de los vecinos del Prado de San Sebastián contra el otro arboricidio indiscriminado y absurdo, la tala que perpetraron para que se levantara la Biblioteca de la Universidad a escasos metros de otra biblioteca, la de la Infanta Elena. Y se añade esta protesta a las 11.000 firmas, como las once mil vírgenes de Jardiel Poncela, que han reunido los vecinos de Los Remedios contra el caprichito municipal de cargarse la calle Asunción por el procedimiento de la peatonalización, que es como el procedimiento del tirón, pero sin niñatos en moto, porque también acaban llevándose el bolso, la cartera y los donuts de los comerciantes, a los que arruina tal medida, y a O´Donnell y Muñoz Olivé me remito.
Al menos en Los Remedios, en El Prado, en Santa Cruz y en El Porvenir, contra la tónica general del «aquí me las den todas», del «pues esto es lo que hay», y del No Passsa Nada, Sí Passsa Algo. Pasa, ni más ni menos, que hay unos vecinos no atrapados por la red clientelar de la Federación de Coordinadoras de Trincones de Asociaciones de Vecinos, o como se llame, que como no dependen de las subvenciones ni son las niñas bonitas del régimen, tienen la suprema libertad de alzar la voz y de devolvernos la esperanza en una ciudad en pie contra quienes están destrozándola. Voz a la que, en lo poco que vale, uno hoy la mía. Menos mal que esta vez Sí Passsa Algo.

5 comentarios:

eres_mi_cruz dijo...

inexplicable...
recuerdo que el día del bautizo de mis niños, en la esquina con c/Brasil se cayó una rama gorda sobre un cierre y la liaron los bomberos... de esto hace más de un año... la denuncia de algún vecino es lo único que se me ocurre, aunque como bien señalas lo del barrio es una tala silenciosa... vergonzoso...

leí en algún sitio que preparabas algo sobre los inminentes cambios urbanísticos en el barrio... si Dios (como arquitecto jefe) no lo remedia, asistimos a los últimos días del barrio tal como lo hemos conocido...

eres_mi_cruz dijo...

si has puesto la foto del shinbukandojo to pelao para hacer sangre... lo has conseguido...

Chevalier A. Dupin dijo...

El otro día se estaban llevando por delante los árboles de la Avda de San Francisco Javier, enfrente del NH Convenciones.
El arboricido es imparable.

del porvenir dijo...

blog del porvenir
Esto es prueba, obrigado

Anónimo dijo...

A ver si se ponen, y rellenan tantas alcorques que hay vacíos, que me da a mi que no cuesta tanto trabajo y dinero.