jueves, marzo 01, 2007

Memoria de la última noche

www.fotoscofrades.blogspot.com

El cuerpo venía cansado. Muchas horas de Domingo de Ramos encima, la túnica con los bajos ennegrecidos y algunos chorreones de cera. El cirio, con la cantonera roja que me señala como nazareno del último tramo, viene ya menguado en la noche. Los nazarenos remolonean buscando la cercanía de tu Victoria.

Mis ojos ya ven la puerta aún cerrada de la Parroquia del barrio, al fondo de la calle Río de la Plata la Cruz de Guía se alza buscando su última chicotá. Por la calle Porvenir viene girando el paso. Suena Consuelo Gitano. Poco a poco va cuadrándose con la calle y ya casi alcanzo a tenerte de frente. Es la última vuelta e inconscientemente hago breve memoria del día. Hace ya horas, por esa misma calle, un monaguillo me acompañaba. Ahora ya voy solo. Ha sido todo intensidad, tantos momentos,... pero sólo Tú.

No soy capaz de apartar la vista de Ti. La escasa distancia que he tomado al nazareno que me sigue me permite verte avanzar despacio al compás de la música. Estoy a solas contigo, solos Tú y yo. Son muchos años ya desde aquel primero en que el agua echó por tierra las ilusiones de un nazarenillo con varita del Señor de la Victoria. Lo eres todo para mi, en los buenos y malos momentos tu rostro siempre viene a mi mente. Tu vista alzada y las manos que nos buscan.

Allí en la noche sólo estabas Tú, Victoria de Cristo que siempre estás conmigo. Ni la música, ni la luz de los candelabros brillando sobre el dorado, ni los rostros conocidos de la gente del barrio que acompaña tu recogida. Nada. Sólo Tú. Mientras quieras nunca faltaré entre las filas de los nazarenos blancos de El Porvenir.

Y me volví y seguí andando porque no podía seguir mirándote...


11 comentarios:

Enrique Henares dijo...

Enhorabuena Vicente, pienso sin miedo a equivocarme que es lo más bonito que te he leído.

Reyes dijo...

La Semana Santa está llena de momentos íntimos como el que cuentas, y lo mas hermoso es compartirlos con alguien que sea capaz de seguir tu testigo, como es el caso de tu monaguillo.

del porvenir dijo...

El próximo post estará dedicado a él y a la que este año vendrá con nosotros, que se llama... Victoria

Finidiblanco dijo...

Son muy especiales esos momentos en los que la cofradía de cada uno llega a las calles aledañas a su templo y, sobre todo, el momento en que los hermanos nazarenos estamos dentro del templo esperando a nuestras imágenes.

el aguaó dijo...

Querido amigo Del Porvenir, antes que nada debo darle mi más sincera enhorabuena, no solo por su último artículo, también por su blog.

Debo reconocerle que esas sensaciones nazarenas se viven con una gran intensidad. Cuando llegas al barrio de tu Hermandad y ves como la gente espera a sus Imágenes, y como dice nuestro amigo Finidiblanco, cuando dentro de la Basílica o el Templo, esperas que aparezca por la puerta el Hijo de Dios seguido por Su Santa Madre.

Enhorabuena por su artículo y por el blog. Así mismo, sepa usted que es gratamente bienvenido al mío.
Saludos.

eres_mi_cruz dijo...

Siempre me ha producido admiración esa forma tan intensa y gozosa de vivir la estación de PENITENCIA...
llevabas toda la razón en el comentario a tu anterior post: a mí me duele tó... y eso que lo mío son cuatro horitas mal contás.
Debe ser una cuestión de Fe.

Les Corts dijo...

Estimado amigo:
Jamás he tenido la suerte de ver tu Hermandad en la calle (mi Domingo de Ramos nace y muere en una azulada puerta de Córdoba), pero nunca he faltado el Sábado de Pasión a mi cita anual con mi Amigo del Porvenir.
Fueron muchos años escapándonos del Instituto Herrera mi amigo Robles y yo para echar un ratito con El y eso nunca se olvida.
Precioso el artículo, precioso.
Un saludo

Enrique Henares dijo...

Está claro que aquí el amigo escribe muy bien, a ver si le vemos en el atril del Maestranza, aunque no sea como pregonero, buena señal sería...

eres_mi_cruz dijo...

Ya fue pregonero universitario.
Por si no lo sabían.

del porvenir dijo...

Nati con tomati.

eres_mi_cruz dijo...

Bueno...
Nati está rica, le eche lo que le eche. Y si le echa un blody-mary ni le cuento.