Cartel "Domingo de Ramos en El Porvenir 2008" fotografía del paso con su imagen antigua, con faroles
El peso del tiempo es un recuerdo continuo, un visionado de lo que fue o de lo que creemos que fue, puesto que los almanaques interiorizan lo vivido con el aura de la nostalgia. Los recuerdos de estos días nos llevan a las esperas en las colas de la hermandad esperando el número que nos permitiera pasar ante la mesa de esos señores graves que tenían la potestad de poner en nuestra mano el ansiado papel que nos diera sitio entre las filas de nazarenos. Recuerdos de túnicas saltonas y dobladillos inasequibles a los estirones. La lectura del retruécano del “hermano autorizado a acompañar a nuestras Sagradas Imágenes portando un cirio en el paso de... para ello deberá encontrarse en el templo una hora antes de las salida” será un bucle interminable con el que pretenderemos leer algo más de lo que allí pone. El número en la nómina de hermanos, que nos ubicará en la cofradía, irá pasando de una creciente ilusión por ver caer los dígitos año tras año al sentimiento contradictorio que pone rostro a aquellos que nos fueron dando paso. ¿Duele o no duele la memoria?
5 comentarios:
la memoria duele, y tela!
Ya me imagino, ya me imagino.
Ya estamos ahí, amigo, ya mismo nazarenos blancos y el verde parque, nuestros colores por Sevilla
Y como dijo don Rafael, a veces coge el camino más corto....
La semana que viene es Semana Santa amigo Del Porvenir. La semana que viene, te vestirás con tu túnica.
Un abrazo.
Cada vez se me hace más corta (¿o es más larga?) la espera.
¿Me estaré haciendo viejo?....
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