Yo la había escuchado contar una y otra vez, incluso por boca de los que la vivieron en primera persona. Corría en año 1966 y varios miembros de la junta de gobierno fueron a Rota con la intención de que el Domingo de Ramos la banda de la VI Flota de los EE.UU. tocará desde El Porvenir. Dicho y hecho, aquello sonaba imponente y el trato se cerró.
Dicen, no sé si sería cierto, que la VI Flota fue desplazada antes de Semana Santa. No había problema, vendría la Banda de la Infantería de Marina. Aquello podía ser inolvidable, y vaya si lo fue.
Las malas lenguas cuentan que lo que vino fue una orquesta jazz disfrazada. No sé si fue así o cómo fue, lo cierto y verdad es que aquellos "músicos" dieron el espectáculo desde el primer momento. De entrada le vinieron los malos mengues al ver a los nazarenos y confundirlos con otros desgraciados que en su tierra gastan capirote blanco, luego tocaron lo que Dios les dio a entender y de la manera que se lo dio a entender. A los que no lo vimos nos recuerdan que las baquetas de los tambores volaban por los aires al compas de los redobles y que la musica era de todo menos apropiada para una cofradía. Hasta el punto que cuando llegamos a la Campana el fiscal de cruz le suplicó que se callaran, argumentando que de allí en adelante estaba prohibida la música.
Después de mucho tiempo hemos conseguido un documento gráfico, publicado hace años en un coleccionable llamado Imágenes de Sevilla, de aquel Domingo de Ramos, que permanecerá en la memoria de nuestra Hermandad para siempre. Agradecérselo a Paco Vázquez que lo ha hecho posible.
4 comentarios:
Tenía 10 años, me acuerdo vagamente del insólito hecho, precisamente no se me puede olvidar la forma tan "peculiar" como sonaban. Casi en el mismo tiempo, coincide, el experimento de la hdad. del Cachorro, que contrató a la banda de cornetas y tambores de la Legión. Aquello fué todo un espectáculo "desafortunado". Un abrazo y feliz estación de penitencia.
Un compañero de trabajo de mi padre era el crucero de la Paz ese año y según cuenta, de vuelta por el Parque de Maria Luisa estaba tan jarto de la música que tocaban (palabras textuales) "aquellos negros" que le entraron ganas de lanzar la Cruz de Guía al aire y recogerla tras dar varias vueltas y piruetas.
La verdad es que los que lo vivieron en primera persona cuantas mil y una anécdotas de aquello. Desde el primer vieje a Rota al Domingo de Ramos.
Lo mejor de todo es que, si os fijais, vereis que hay muy pocos músicos, ya que detrás de los tambores van unas trompetas y unos platos. Decían que aquellos músicos no eran ni de infantería de marina ni de nada, si no una orquesta de jazz disfrazada.
Tal vez la última situación de este tipo, salvando las distancias, fue la presencia hace unos años de la banda de guardias jóvenes de Valdemoro detrás del Cachorro.
Interesante, no lo sabía.
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