Algo así habremos pensado más de uno tras haber visto llegar estos días soleados y de cielos limpios. ¿Sería posible una Seman Santa así?. Despues de los años que llevamos de incertidumbres y cielos malajosos, a ver si cae la breva de tener este año sosiego climatológico durante los días santos y echamos de menos la cercanía de los aguadores, como el de la vieja fotografía.
Como contaba en la entrada anterior, el último año que La Paz se quedó dentro fue en 1979. Sólo tres años después, en 1982, la lluvía nos sorprendió de vuelta, ¡y de qué manera!. Aún recuerdo como corríamos los nazarenillos por los adoquines encharcados de Palos de la Frontera a guarecernos en el seminario y como llegó mi madre a buscarme empapada de arriba a abajo. Desde luego mejor recordar los años en que los cirios llegan a la Puerta de Jerez combados del calor, que han sido los más, y en los que no vemos el momento de llegar a la Avenida buscando el cobijo de la sombra.
Pero dejaremos el tema de agua y los malos mengues, y mejor nos recreamos en esta imagen, con un celeste espléndido haciendo de telón a la Torre Norte y el mejor brillo en las capas blancas, esas que entonces hasta se almidonaban...
7 comentarios:
Leyendo tu comentario recuerdo la única vez que salí de nazareno con el Cristo de la Victoria. Fue nada más y nada menos que hace 50 años y... ¡Llovió!! El agua nos sorprendió a la altura de la antigua Tabacalera, hoy Universidad y nos tuvimos que refugiar en el Palacio de San Telmo, entonces Seminario. Después escampó pero volvió a llover y nos tuvimos que refugiar en la Catedral, sin hacer la Carrera Oficial. Volvió a escampar y volvimos al Porvenir y dimos la vuelta a la Plaza de España.
1954, Alberto.
Yo nunca llegué a dar la vuelta por la Plaza de España, el último año que pasó, me sacaron antes de llegar.
En relación con un post que pusiste hace algunos días, he leido con tristeza el fallecimiento del compañero de Sahuquillo. Descanse en paz.
Efectivamente Lopera..., además ha sido de una manera inesperada, remando precisamente y la casualidad quiso que en ese momento estuvieran los dos juntos, pues seguían entenando casi a diario.
Ese año, no se si recordaréis, por causa de la lluvia, el canasto del
paso cristo estaba empapado. La ge-
te en la Plaza de España lo tocaba
y se llevaban en los dedos el dora-
do del mismo. Tuvimos que hacer un
cordón alrededor del paso para im-
pedir que tocaran el dorado. Pero
fue tarde, cuando entramos en la
iglesia, ya no había solución. Es-
taba completamente inservible. Es-
tuvimos 2 ó 3 años saliendo sin el
nuevo dorado, el primer año sin do-
rar, el segundo parcialmente dorado
el frontal, etc. Como anécdota, de-
cir que al menos 4 años estuvimos
sin comida de costaleros ya que el
gasto que ello ocasionaba lo dona-
bamos para sufragar, en parte, el
coste del nuevo dorado.
Amigo "tocayo" Flores, cuantas veces hemos recordado esos años, tras la mojada del Parque, y el trabajito que costó, rematar aquello. Como ha cambiado la Hermandad en esos 25 años.
Este año semana santa a ve si regalan abanicos con los pogramas...¡Venga caló!
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